El 15 de septiembre es sinónimo de celebración nacional. Millones de familias se reúnen en casa o en plazas públicas para conmemorar el Grito de Independencia, lo que convierte la jornada en una de las más activas del año para el comercio y, por ende, para la logística de última milla.
Lo que para muchos significa una cena entre amigos y fuegos artificiales, para el sector logístico representa la culminación de días de planeación y coordinación para garantizar que todo lo que los consumidores necesitan llegue en tiempo y forma.
De acuerdo con el análisis de Simpliroute, el comportamiento de las entregas durante septiembre refleja un patrón claro: conforme se acerca la noche del 15, la demanda crece de manera sostenida hasta alcanzar un pico de actividad cercano al 50 % más respecto a semanas normales.
En la práctica, esto se traduce en miles de unidades circulando en la capital, repartiendo desde alimentos preparados hasta insumos para negocios y fiestas particulares.
El reto no es menor, considerando que la CDMX ya enfrenta cotidianamente altos niveles de tráfico y complejidades de movilidad.
Los productos que encienden el boom de entregas
Si bien durante todo septiembre se observa un incremento en el consumo, los días 14 y 15 destacan por la naturaleza de los productos más solicitados.
En las aplicaciones de delivery, los platillos típicos como pozole, tostadas, tacos dorados, tamales y pambazos dominan la demanda, acompañados de refrescos, cerveza y bebidas alcohólicas como tequila y mezcal.

También hay un alza en botanas y postres, con lo que se genera un flujo intenso de pedidos en restaurantes, fondas y cocinas económicas que dependen del reparto para atender a los clientes.
El fenómeno no se limita a la gastronomía. Tiendas y supermercados reportan incrementos significativos en ventas de banderas, sombreros, cornetas, luces tricolor y otros artículos de fiesta que terminan siendo solicitados a última hora.
Para los operadores logísticos, esto significa gestionar pedidos urgentes y no planificados, que presionan aún más la capacidad de respuesta.
Según la Canirac, en estas fechas los restaurantes pueden aumentar hasta un 70 % sus ventas, lo que se traduce en miles de pedidos adicionales por atender en pocas horas.
El reto urbano: calles llenas y cierres viales
Más allá del volumen de pedidos, otro factor que intensifica el trabajo logístico es la movilidad en la capital.
El Centro Histórico, especialmente el Zócalo, se convierte en epicentro de las celebraciones patrias, donde miles de personas se congregan para escuchar el Grito y disfrutar de conciertos masivos.
En 2024, por ejemplo, se registró la presencia de más de 200 000 asistentes en la Plaza de la Constitución, lo que generó cierres viales, desvíos y complicaciones de tránsito que impactaron de lleno en las operaciones de reparto.
Para hacer frente a este escenario, las empresas de última milla recurren cada vez más a tecnologías de optimización de rutas, que les permiten calcular en tiempo real los caminos más rápidos, evitando zonas cerradas o congestionadas.

Asimismo, algunas compañías han implementado microcentros de distribución en puntos estratégicos de la ciudad, lo que facilita reducir los tiempos de entrega en medio de condiciones adversas.
Estas soluciones, sin embargo, requieren inversión y coordinación constante, pues un error en la planeación puede significar retrasos generalizados justo en la jornada más intensa del mes.
El Grito de la logística: tradición y modernidad de la mano
Las Fiestas Patrias demuestran que la logística no es un actor secundario, sino un elemento indispensable para que la celebración transcurra con éxito.
El reto de abastecer a millones en tan poco tiempo convierte a la última milla en un termómetro del dinamismo económico de la capital.
El Grito de Independencia resuena en plazas, hogares y restaurantes, pero también en bodegas, motocicletas y camionetas que recorren la ciudad. La logística, silenciosa pero vital, asegura que la fiesta llegue a cada rincón.
Y así, año tras año, confirma que la independencia también se celebra con entregas puntuales, tecnología de punta y la dedicación de quienes mantienen viva la cadena de suministro en la noche más mexicana.