En muchos negocios, la peak season puede ser el momento de brillar... o una pesadilla inolvidable.
Lo digo porque he visto cómo la falta de colaboración puede convertir este periodo en un desastre que nadie quiere revivir.
Es el momento en que las empresas de consumo y distribución enfrentan su mayor reto: pedidos desbordados, tiempos de entrega ajustados, centros de distribución saturados y la necesidad de una coordinación perfecta entre departamentos.
Pero también es el periodo en el que muchas compañías se juegan los resultados del año (y cualquier error puede salir muy caro).
La realidad es que las cosas no siempre suceden de forma ideal y, sin darnos cuenta, creamos la tormenta perfecta por errores de colaboración y liderazgo que ponen en riesgo la operación. Yo mismo lo viví.
Era un mes de agosto y estábamos en una de esas largas reuniones de planeación que, probablemente, te resultan familiares: logística quería reducir inventarios, ventas empujaba pedidos complejos para mejorar cifras, mientras que finanzas insistía en obtener márgenes más altos. ¡Era una locura!
Lo que debía ser una estrategia coordinada se convirtió en una batalla campal, con cada departamento obsesionado solo con sus KPIs.
El caos aumentaba a medida que se acercaba la peak season: ventas añadía pedidos de última hora, finanzas exigía más recortes, y logística intentaba sostener la operación con recursos limitados. Cada área luchaba por su cuenta, actuando sin coordinación.
No entendimos a tiempo que la logística es como una maquinaria de alta precisión: si una parte se desconecta, la operación completa tambalea. Y eso fue exactamente lo que hicimos: desconectarnos.
Al tratar de optimizar cada departamento de forma independiente, creamos una red de ineficiencias, con inventarios mal gestionados, pedidos incompletos, rutas de entrega innecesariamente complejas y clientes insatisfechos.
Y todo porque nadie estaba dispuesto a ceder, a sentarse en la misma mesa y coordinarse para enfrentar juntos el reto de la temporada.
Esta experiencia me dejó una lección: el verdadero villano de nuestra peak season no fue la demanda desbordada ni los tiempos de entrega ajustados, sino la falta de colaboración: un virus que se propagó y terminó bloqueando la operación.
Tres aprendizajes para una temporada colaborativa
Para evitar este caos es necesario alinear objetivos y mantener el flujo de trabajo sincronizado entre todos los departamentos.
Así que tras más de 15 años gestionando la peak season de cierre de año, te comparto tres pasos clave que pueden marcar la diferencia para lograr una logística eficiente y colaborativa.
Power Align
Es una reunión estratégica de planificación en la que todos los departamentos alinean sus objetivos individuales con la meta común de la temporada.
Su propósito es establecer un marco de colaboración claro, definiendo roles, prioridades y protocolos de comunicación para asegurar una operación conjunta sin malentendidos ni conflictos.
Se realiza al inicio de cada temporada o proyecto importante y, cuando es necesario, se retoma para ajustes estratégicos. Power Align mejora la eficiencia y la comunicación, permitiendo que todos trabajen en la misma dirección y maximizando el rendimiento operativo.
Milestone Blueprint
Es una reunión para anticipar y organizar los hitos clave de la operación, como pedidos anticipados, logística de transporte y fechas críticas de entrega.
En esta sesión, cada equipo presenta sus fechas importantes, lo que permite crear un cronograma de hitos y una lista de verificación para una planificación más proactiva.
Se revisa mensualmente y se ajusta según la demanda, asegurando que todos los departamentos estén listos para los momentos clave de la operación logística.
War Room
Es un centro de monitoreo en tiempo real donde los equipos pueden compartir actualizaciones y resolver incidencias rápidamente en tiempo real.
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En estas reuniones, que se realizan semanal o diariamente según la carga operativa, se revisan problemas, se evalúan métricas clave en un tablero de control compartido y se ajustan las operaciones de corto plazo.
El resultado es un reporte de estado y acciones correctivas que se comunica a todos para mantener la alineación operativa en todo momento.
Colaborar, una necesidad logística crítica
Recuerda: la colaboración no es solo un valor bonito para poner en la pared; es una necesidad crítica en logística. Y no es fácil. Colaborar significa ceder, negociar, ajustar las metas propias para alinearse con las de los demás. Significa dejar de ver a otros departamentos como rivales y empezar a verlos como socios en el mismo desafío.
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Si trabajas en logística y distribución, quiero retarte a hacer una pausa y analizar si realmente estás colaborando o simplemente estás intentando optimizar tu propio territorio.
Pregúntate: ¿estás dispuesto a ceder un poco para que todo el equipo avance? ¿O prefieres quedarte atrapado en la mentalidad de que cada uno debe ver por lo suyo?
Te invito a que esta peak season, en lugar de competir con otros departamentos, intentes algo diferente.
Siéntate con los líderes, entiende sus retos y ajusta tus prioridades para alinearte con una meta común. Ningún departamento puede salir adelante solo.
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La verdadera fortaleza está en el trabajo conjunto, en colaborar aunque eso signifique soltar un poco de control. ¿Te atreves a trabajar como equipo esta temporada?