Comprar fruta para el desayuno, carne fresca para la comida o la despensa semanal con un par de clics ya forma parte de la rutina digital de millones de mexicanos.
El ecommerce de alimentos se consolida como un hábito en crecimiento y, con él, la logística alimentaria enfrenta uno de sus mayores retos: mantener la frescura, la trazabilidad y la eficiencia energética en cada envío.
De acuerdo con un estudio de We Are Social y Meltwater, casi el 30% de los mexicanos entre 16 y 64 años compra comestibles en línea cada semana.
Esta tendencia refleja un cambio profundo en los patrones de consumo, pero también en la forma en que se planifica, transporta y distribuye cada producto perecedero.
“El transporte terrestre refrigerado se posiciona como un factor determinante. Un envío que no garantice temperaturas adecuadas puede perder su valor en minutos”, afirmó José Carlos Gómez, director de Ventas LAR Norte de Thermo King.
“La logística es hoy un factor de competitividad para el ecommerce de alimentos”.

Crecimiento del ecommerce y presión sobre la cadena de frío
El auge del comercio electrónico de alimentos ha puesto bajo presión a toda la cadena de suministro. La demanda no solo exige entregas más rápidas, sino también precisas, seguras y sostenibles.
En ese contexto, la cadena de frío se convierte en el eslabón más crítico: un sistema de conservación que garantiza la integridad de productos como lácteos, carnes, frutas o medicamentos.
Según Grand View Research, el mercado mundial de la cadena de frío alcanzará los 427.6 mil millones de dólares en 2030, impulsado principalmente por el segmento de alimentos y bebidas, que representa el 77% de la participación global. Esto convierte al ecommerce alimentario en un motor clave para la modernización logística en México y América Latina.
A la vez, las empresas enfrentan una presión creciente para reducir emisiones, optimizar rutas y adoptar tecnologías más limpias. La sustentabilidad ya no es un valor agregado: es un requisito para seguir siendo competitivas.
Los grandes retos del transporte refrigerado
El transporte de alimentos perecederos plantea desafíos que van más allá de la entrega rápida. La eficiencia y la inocuidad dependen de una sincronización precisa entre todos los actores de la cadena. Entre los principales retos destacan:
- Control estricto de temperatura: una mínima variación puede arruinar un envío completo.
- Transporte especializado: los vehículos deben contar con aislamiento y sistemas de refrigeración certificados.
- Protocolos de embalaje: el diseño del envase es clave para garantizar protección térmica y sanitaria.
- Monitoreo en tiempo real: los sistemas digitales permiten rastrear temperatura, ubicación y tiempos de tránsito.
- Colaboración entre actores: la coordinación entre productores, operadores logísticos y retailers resulta indispensable.
Superar estos desafíos implica inversión tecnológica, talento especializado y visión a largo plazo. “Apostar por soluciones más limpias y eficientes puede marcar la diferencia para mantenerse competitivos”, señaló Gómez.
Tecnología, intermodalidad y sustentabilidad: la nueva fórmula
Las innovaciones tecnológicas están transformando la manera en que se gestiona la última milla refrigerada. Hoy, las empresas integran sensores IoT, telemetría, inteligencia artificial y analítica predictiva para monitorear la cadena en tiempo real y anticipar fallas antes de que ocurran.
Además, los vehículos eléctricos y las unidades propulsadas por gas natural comienzan a reemplazar flotas tradicionales, reduciendo las emisiones de CO₂ y el consumo energético. Paralelamente, la intermodalidad —combinando transporte marítimo, ferroviario y terrestre— abre la puerta a modelos logísticos más eficientes y sostenibles.

De acuerdo con un reporte de Allied Market Research, el uso de soluciones de refrigeración ecológicas y el desarrollo de infraestructura inteligente serán factores determinantes para mantener la competitividad del sector en los próximos cinco años.
Un mercado en transformación constante
La evolución del ecommerce de alimentos dependerá de la precisión, innovación y sustentabilidad de la cadena de frío. Las empresas que logren integrar tecnología avanzada, reducir su impacto ambiental y garantizar frescura en cada entrega estarán en posición de liderar el mercado.
México se encuentra ante una oportunidad estratégica: aprovechar su ubicación geográfica, la digitalización del consumo y el crecimiento del sector logístico para construir una nueva era en la distribución alimentaria, donde la eficiencia y la responsabilidad ambiental viajen en el mismo camión.
“Las compañías que optimicen su transporte terrestre refrigerado consolidarán su liderazgo en el mercado”, concluye Gómez. “Estamos ante un punto de inflexión en la logística alimentaria”.













