El regreso de Donald Trump a la Casa Blanca, en su segundo periodo como presidente de Estados Unidos, despierta nuevamente temores en torno a una posible guerra comercial que podría afectar directamente a México.
Sin embargo, este escenario no necesariamente debe verse como una amenaza insuperable. Para Alejandro Padilla Santana, director general adjunto de Análisis Económico y Financiero de Grupo Financiero Banorte, el nearshoring se perfila como la estrategia logística más poderosa para blindar al país y convertir la tensión comercial en una oportunidad histórica.
Durante su participación en el foro "La economía mexicana bajo el marco de Trump 2.0"en Fábrica de Negocio 2025, Padilla dejó claro que la prioridad de Trump no es romper la relación con México, sino confrontar a China.
En este contexto, México tiene la posibilidad de posicionarse como el socio logístico más confiable de América del Norte, siempre que logre acelerar la integración regional y fortalecer sus cadenas de suministro.
Nearshoring y trazabilidad: las claves logísticas para enfrentar a Trump 2.0
Uno de los focos de preocupación para la administración Trump es la triangulación de productos chinos que ingresan a Estados Unidos a través de México, una práctica que podría ser objeto de mayores controles y que obligará a las empresas a mejorar sus procesos de trazabilidad y certificación de origen.
“La guerra comercial de Trump no es contra México, es contra China. Lo que busca es bloquear cualquier ruta que permita a China eludir los aranceles. México puede ser parte de la solución si se presenta como un socio confiable, transparente y altamente integrado en las cadenas productivas regionales”, explicó Padilla.

Este escenario exige que las empresas mexicanas y extranjeras que operan en el país refuercen sus sistemas logísticos, implementen tecnologías que garanticen la trazabilidad de sus productos y adapten sus procesos a estándares de contenido regional más estrictos.
La capacidad para demostrar el origen de los insumos y el cumplimiento de las reglas del tratado será fundamental para evitar sanciones y restricciones comerciales.
Especialización industrial: la gran oportunidad
El nearshoring no solo implica atraer inversiones, sino también especializarse en industrias estratégicas que ayuden a robustecer las cadenas de suministro norteamericanas.
Padilla destacó que México tiene grandes ventajas competitivas en sectores como el automotriz, la industria farmacéutica, el instrumental médico, la metalmecánica y la manufactura intensiva en mano de obra.
“Trump quiere que todo se produzca en Estados Unidos, pero esto es inviable por temas de costos y capacidades. México debe aprovechar esta limitación y especializarse en áreas clave que complementen a la industria estadounidense, con procesos cada vez más sofisticados y con alta integración logística”, afirmó.
Durante la primera administración de Trump, México logró sortear los embates comerciales e incluso experimentó un crecimiento notable en sus exportaciones, que pasaron de tasas anuales del 5% a crecimientos de doble dígito.
Este precedente es una señal de que, bien gestionada, la relación con Estados Unidos puede convertirse en una vía de crecimiento acelerado para la economía mexicana.
Logística resiliente para sortear la coyuntura
Aunque las perspectivas a corto plazo son desafiantes, con un crecimiento económico proyectado de solo 0.5% para México en 2025, el economista de Banorte sostiene que el país tiene la capacidad de aprovechar esta coyuntura si fortalece su infraestructura logística, mejora sus procesos industriales y genera mayor certidumbre para los inversionistas.
El consumo privado sigue mostrando resiliencia en algunos sectores, mientras que las tasas de interés se están ajustando a la baja, lo que podría favorecer la inversión logística e industrial.

Además, se espera que el tipo de cambio se mantenga relativamente estable, oscilando entre 18.50 y 20 pesos por dólar en los próximos meses.
Este contexto brinda un margen de maniobra para que las empresas mexicanas puedan actualizar sus capacidades logísticas, digitalizar sus operaciones y adoptar tecnologías de trazabilidad que garanticen la transparencia frente a sus socios comerciales.
Las nuevas reglas del juego: trazabilidad y eficiencia
En el nuevo escenario que plantea Trump 2.0, las reglas logísticas se endurecen. Las empresas deberán estar preparadas para demostrar el origen de sus productos, adaptarse a nuevas reglas comerciales y ser capaces de responder con rapidez a posibles cambios en la política arancelaria estadounidense.
Las tecnologías de trazabilidad, los sistemas digitales de gestión de inventarios, el análisis de big data y la inteligencia artificial serán herramientas clave para navegar este entorno y convertir los retos en oportunidades.
“Las compañías que sean capaces de adaptar sus cadenas logísticas, garantizar la trazabilidad y especializarse en procesos estratégicos, serán las que mejor aprovechen la oportunidad que ofrece este nearshoring acelerado”, concluyó Padilla.
El nearshoring ya no es solo una tendencia atractiva; en el contexto de Trump 2.0, es la defensa logística de México y la estrategia que puede consolidar su papel como el socio comercial más relevante para Estados Unidos en las próximas décadas.