Cada seis horas, un camión de carga es robado en México. Entre enero y junio de 2025, se registraron más de 3,100 incidentes, y casi el 80% ocurrieron en los corredores industriales del Estado de México y Puebla. La mayoría de estos robos fueron violentos, lo que no solo pone en riesgo la vida de los operadores, sino que también encarece la logística preventiva y compromete la continuidad operativa de las cadenas productivas.
Foto imagen principal: cortesía American Industries vía AMPIP
La Asociación Mexicana de Parques Industriales Privados (AMPIP) advierte que esta crisis de seguridad no es coyuntural, sino estructural. En su informe “Parques industriales y transporte de carga: agenda estratégica para un sistema logístico seguro y competitivo” (agosto 2025), AMPIP plantea una agenda estratégica para transformar los parques industriales en nodos logísticos seguros y competitivos, capaces de blindar el transporte de carga frente a la creciente ola de inseguridad.
El parque industrial como punto de inflexión
Tradicionalmente vistos como espacios de manufactura y almacenamiento, los parques industriales están adquiriendo un nuevo rol: convertirse en zonas de resguardo temporal dentro de la cadena logística. Su infraestructura controlada, los accesos restringidos y la trazabilidad de operaciones los hacen percibidos como espacios seguros por los transportistas. Sin embargo, esta percepción no basta. Como señala AMPIP, “la competitividad de un parque no depende únicamente de la calidad de su infraestructura interna, sino también de la seguridad y confiabilidad de sus accesos y rutas de conexión”.
El Atlas AMPIP, elaborado con datos del INEGI, revela una coincidencia preocupante: los nodos industriales más dinámicos del país están ubicados en tramos carreteros con alta incidencia delictiva. Corredores como México–Querétaro, el Arco Norte y el CTT (Cuautitlán, Tultitlán y Tepotzotlán) concentran tanto parques industriales como robos violentos a transportistas.
Una estrategia en tres niveles
Para enfrentar esta realidad, AMPIP propone una estrategia integral dividida en tres niveles de acción. El primero se enfoca en fortalecer las medidas internas dentro de los parques industriales. Esto incluye la adopción del Estándar 6 del Programa Parque Industrial Seguro, que regula la seguridad de vehículos de carga, contenedores y operadores. También se plantea la integración de tecnología avanzada, como lectores de placas, sistemas de prealerta, cámaras con analítica de video y verificación remota, así como protocolos coordinados con los inquilinos para asegurar rutas monitoreadas.
El segundo nivel se centra en el entorno inmediato del parque, es decir, los primeros cinco a diez kilómetros. AMPIP recomienda la creación de zonas seguras de espera y estacionamiento, con iluminación y vigilancia, además de mejorar la infraestructura vial con señalización, mantenimiento y eliminación de puntos ciegos. La instalación de puestos de control mixtos, operados por la Guardia Nacional y policías estatales, también es clave para proteger los accesos principales.
El tercer nivel aborda los corredores logísticos que conectan los parques industriales con los mercados destino. AMPIP identifica rutas críticas como México–Querétaro, Querétaro–Irapuato–León y los libramientos hacia Monterrey y Laredo, donde se requiere una inversión focalizada en seguridad. La propuesta incluye patrullajes constantes, tecnología de monitoreo como arcos lectores y geocercas, protocolos de reacción rápida ante incidentes y mantenimiento de la infraestructura carretera.
Incentivos para medidas de seguridad
Además de las acciones operativas, AMPIP plantea una serie de incentivos y ajustes regulatorios para facilitar la implementación de estas medidas. Entre ellos se encuentran beneficios fiscales y permisos para parques y empresas que adopten estándares certificados de seguridad, la simplificación de trámites para instalar infraestructura de vigilancia y la incorporación de criterios de seguridad logística en programas de desarrollo industrial.
Una agenda común para la confianza logística
La inseguridad en el transporte de carga no solo afecta a los desarrolladores inmobiliarios, sino también a transportistas y empresas exportadoras e importadoras. Más del 52% de las empresas considera que las carreteras son el eslabón más inseguro de la cadena logística, según la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas (ENVE) 2024 del INEGI. En este contexto, los parques industriales pueden convertirse en anclas estratégicas, siempre que estén respaldados por corredores protegidos y una coordinación institucional efectiva.
“La seguridad del transporte de carga vinculado a los parques industriales requiere una estrategia integral que combine medidas internas robustas con acciones coordinadas en el espacio público”, concluye AMPIP.
Blindar la logística es más que una medida de protección: es una condición indispensable para sostener la inversión, preservar la competitividad y asegurar la continuidad de las cadenas productivas. En un país donde el transporte carretero moviliza el 81% de la carga terrestre, posicionar a los parques industriales como garantes de la confianza logística puede marcar la diferencia entre el crecimiento y la vulnerabilidad.