Los Centros de Distribución (CeDis) atraviesan por una revolución tecnológica que redefine la productividad, la sustentabilidad y la forma de trabajar en México y el Mundo.
Una de las tendencias más visibles -y también la más disruptiva- es la expansión de los Dark Warehouses, espacios de operación completamente automatizados donde la robótica, la analítica avanzada y la Inteligencia Artificial (IA) se convierten en el nuevo músculo de la cadena de suministro.
Desde la manufactura hasta el retail, los grandes operadores están impulsando proyectos de digitalización profunda para mejorar la eficiencia y responder a un consumidor cada vez más exigente.
Durante el panel La Revolución del CeDis, organizado por el Consejo Nacional de Ejecutivos en Logística y Cadena de Suministro (ConaLog), tres líderes de empresas globales coincidieron en que la transformación tecnológica es irreversible, pero solo será sostenible si va acompañada de talento y visión de largo plazo.
Dark Warehouses y el nuevo paradigma operativo
Uno de los casos más recientes es el de Grupo Jumex, que en septiembre inauguró su primer Dark Warehouse en México, un proyecto que tomó cinco años en concretarse. “Lo recomiendo siempre y cuando los objetivos estén muy definidos desde el inicio”, apuntó Alonso Fernández, director de Logística de la empresa.

El modelo representa un salto operativo: almacenes sin personal operativo directo, donde los sistemas de IA coordinan robots, bandas y clasificadores automáticos en función de la demanda proyectada.
Fernández advierte que el éxito no depende únicamente de la tecnología, sino de la claridad estratégica detrás del proyecto.
La evolución digital de Bimbo y Samsung: IA aplicada al CEDIS
El caso de Grupo Bimbo muestra cómo la analítica y la Inteligencia Artificial pueden redefinir la gestión de inventarios. En su Centro de Distribución de Azcapotzalco, en la Ciudad de México, la compañía integró un sistema de IA que se alimenta del ERP corporativo y analiza patrones de consumo, rotación y devoluciones.
La idea, según Andrés López Frisbi, director global de Logística de la compañía, fue que el sistema no funcionara solo como un repositorio de datos para poder aprovecharlos en beneficio de la operación logrando bajar inventarios en alta proporción.
Samsung, por su parte, ha estado trabajando sobre la tecnología que potencializará la distribución a partir del entrenamiento de su propia Inteligencia Artificial. Se trata del primer paso para meterlo en la operación.
“Es alimentarla sobre lo que significan inventarios y pronóstico de la demanda, de acuerdo con Néstor del Río, director Sr. de Logística para Samsung Electronics: “hoy ya nos manda diario un pronóstico de SKUs que tendrán backlog en ecommerce”.
El siguiente punto será recibir pronóstico sobre la demanda de tal forma que puedan gestionar mejor el inventario y la distribución a clientes.
Inversión tecnológica: más que una decisión financiera
En un entorno donde los presupuestos se revisan con lupa, la adopción tecnológica enfrenta nuevos criterios de evaluación. “Hoy las áreas financieras priorizan la plusvalía que aporta la tecnología al negocio antes que el retorno de inversión inmediato”, explicó Fernández, de Grupo Jumex.
López Frisbi coincidió en que las inversiones en automatización o IA ya no se analizan solo desde el enfoque financiero, sino desde su impacto integral: sustentabilidad, experiencia del cliente y crecimiento a diez años. “Se ha vuelto más complejo, a pesar de que el costo de la tecnología ha bajado y pareciera, en teoría, más sencillo convencer al equipo financiero”, puntualizó.
Entre la promesa y la presión del consumidor
El auge del Same Day Delivery ha elevado las expectativas de inmediatez. Pero los líderes convocados por el ConaLog coinciden en que no siempre es viable, ni deseable, responder a esa presión.
“Vamos a tener que ser inteligentes para escuchar al consumidor y saber si realmente necesita todo en dos horas. Nos daremos cuenta de que, en muchos casos, la respuesta es no”, comentó López Frisbi.
Para Fernández, de Grupo Jumex, antes que ofrecer las entregas inmediatas las empresas deberían enfocarse en cumplir con la promesa de entrega. “Si tú le dices claramente al consumidor que no llegas en dos horas, pero sí en dos días y lo cumples; eso es más poderoso que llegar pronto”, agregó.
En la ecuación, sin duda también interviene el tipo de producto. En medicamentos o productos de primera necesidad claramente habrá una prioridad en la entrega, pero en aparatos electrodomésticos como un refrigerador, no necesariamente se requiere que llegue en menos de 24 horas.
“Una cuestión es la necesidad y otra cosa es económicamente viable porque el Same Day requiere inventarios ilimitados por todas partes, lo cual es financieramente imposible”, aseguró Néstor Del Río, director Sr. de Logística para Samsung Electronics.
Lo que hay que ver es, dijo, qué productos “sí quiere pagar el mercado y cuál es una necesidad o una necedad y qué parte es un beneficio”.
Entre la automatización y la adopción de moda: la IA
La tecnología ha dejado de ser un accesorio para convertirse en el eje de la estrategia logística. Sin embargo, la adopción de soluciones innovadoras requiere de un análisis minucioso que pasa por reconocer dónde sí tiene sentido automatizar y saber qué tecnología se adecua a los fines de la operación global.
La idea de tener todo automatizado es muy sexy, pero cuesta, de acuerdo con Del Río: “La logística es un traje a la medida en todo sentido”.
En ese sentido, López Frisbi, de Bimbo, recomendó no sentirse presionados por el interés que gran parte de la industria muestra por adoptar la Inteligencia Artificial y en cambio apostar por una visión holística de la transformación tecnológica.
"Veamos la cadena de valor completa y veamos dónde nos duele más. Ahí es donde tenemos que hacer la inversión. Probablemente es la menos sexy… a lo mejor no es Inteligencia Artificial o un Dark Warehouse, pero sí es donde más está le doliendo a la cadena de valor. Ahí es donde hay que meter tecnología”, abundó.
Datos de calidad: la materia prima de la IA
El poder predictivo de la Inteligencia Artificial depende de la calidad de los datos. “Si los datos son basura, la IA procesará basura”, dijo Del Río. Por eso, recomendó que cualquier inversión tecnológica, con o sin IA, esté respaldada por talento especializado capaz de limpiar, estructurar y validar la información.
Por ello, sugirió incorporar perfiles como Master Data Managers o analistas de datos profesionales, responsables de armonizar los datos que provienen de distintas áreas: producción, empaque, comercial o retail: “En logística tenemos que sobrevivir con los datos de producción, los de quien diseñó el empaque, los de qué quiere el retailer, porque él usa otro código que el mío”, explicó.
El talento: el motor oculto de la automatización
La digitalización no elimina el factor humano; lo redefine. “Aunque sea Dark Warehouse, alguien debe picar el botón”, recordó Del Río.
Fernández añadió que automatizar un Centro de Distribución implica reconfigurar completamente el área de mantenimiento de robots: “En Jumex, teníamos un equipo de cinco personas y ahora tenemos más de 40, con una gerencia dedicada”.
Para López Frisbi, de Bimbo, el orden natural de la transformación comienza por entender el proceso: “Antes de pensar en automatizar o adoptar IA, es indispensable saber cuál es el proceso y cómo funciona. El proceso nos dirá qué tecnología y qué habilidades necesitamos”.
En esta visión, la tecnología no sustituye al talento, lo potencia. Pero el reto está en desarrollar las nuevas capacidades que demandará la IA.
“De aquí a 20 años, cuando la Inteligencia Artificial deje de ser una serie de conceptos vagos y se aterrice en cosas reales, faltará una cantidad de personas impresionante”, advirtió López Frisbi.
Por eso recomendó trabajar estrechamente con las áreas de Recursos Humanos para detectar y formar las habilidades emergentes. “Si no lo estamos haciendo, en el mediano plazo tendremos una falta de talento escalofriante”, concluyó.
La revolución silenciosa de los CEDIS mexicanos
Casos como los de Bimbo, Jumex y Samsung revelan que la automatización ya está transformando la cadena de suministro mexicana desde dentro. Se trata de una revolución silenciosa, donde los algoritmos, sensores y gemelos digitales coexisten con operadores, técnicos y analistas de datos.
La clave está en equilibrar ambos mundos. Como señalan los expertos, el futuro de los Centros de Distribución no depende solo de cuánta tecnología se adopte, sino de la inteligencia con la que se aplique y del talento que la haga posible.