Bruselas, (EFE).- Los activistas de la plataforma ecologista belga Code Rouge (Código Rojo) abandonaron este domingo al mediodía el aeropuerto de mercancías de Lieja (al este de Bélgica) tras bloquear durante la noche el centro logístico del gigante chino de comercio electrónico Alibaba para denunciar la contaminación del sector aéreo.
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La protesta logró paralizar la actividad de la compañía asiática y la de otras empresas que transportan mercancías a través del aeropuerto de Lieja, según manifestó la dirección del aeródromo en declaraciones recogidas por la radiotelevisión francófona belga RTBF, aunque los concentrados no llegaron a las pistas de aterrizaje y despegue.
Unos 150 activistas entraron dentro de los almacenes de Alibaba y allí se quedaron en una protesta que arrancó este sábado por la noche, informó la agencia de noticias Belga citando a fuentes de la policía, que desalojó a los concentrados durante la madrugada alegando motivos de seguridad.
Según las fuerzas del orden, había el riesgo de que los activistas entraran a las pistas del aeropuerto, mientras que Código Rojo subrayó el carácter "pacífico" de la protesta y denunció la "mano dura" empleada por la policía durante el desalojo, con el uso de porras y espray pimienta.
Una activista acabó en el hospital para ser operada por una fractura en el brazo causada durante el desalojo, mientras que la policía arrestó a 70 personas por supuestos daños en las instalaciones y en los paquetes de mercancías de Alibaba.
Los otros activistas que una vez desalojados permanecieron en las inmediaciones del aeropuerto decidieron, este domingo al mediodía, poner fin a la protesta y abandonar el recinto.
De inicio, en la concentración participaron unas 600 personas que, según la plataforma Código Rojo, pretendían denunciar con esta acción la ampliación del aeropuerto de Lieja hacia terrenos agrícolas.
Este aeropuerto de carga es el que está creciendo más rápido en Europa y actúa de principal centro logístico europeo para la empresa de comercio electrónico Alibaba.
Vestidos con monos de color blanco, los activistas denunciaron que el aumento del transporte aéreo de mercancías para el consumo masivo genera un impacto en la salud, la economía local y el clima.
En paralelo, unos cincuenta miembros de la plataforma Código Rojo llevaron a cabo otra acción similar el sábado por la tarde en el aeropuerto de Amberes (al noroeste de Bélgica), donde paralizaron el tráfico de aviones brevemente, antes de ser detenidos por la policía.
Los agentes habían impedido antes a otros 350 activistas llegar a las instalaciones aeroportuarias, según el colectivo ecologista.
Código Rojo exige, entre otras cosas, el fin de los subsidios públicos a la industria de la aviación, la prohibición de los aviones privados y una mayor inversión en el transporte público.
- Esta es la tercera acción de Código Rojo en Bélgica, tras la primera llevada a cabo en octubre de 2022 contra las instalaciones de TotalEnergies y en julio pasado las de la eléctrica Engie.
La plataforma ha convocado este domingo por la tarde tanto en Lieja como en Amberes manifestaciones de apoyo a la acción de Código Rojo en los aeropuertos de ambas ciudades.
EFE bfm/ad