La empresa deportiva PUMA forma parte de un consorcio que presentó la primera prenda del mundo fabricada íntegramente con residuos textiles.
Esto gracias a una nueva tecnología de biorreciclaje desarrollada por la empresa francesa CARBIOS.
El poliéster se descompuso por medio de enzimas en sus componentes básicos para producir poliéster biorreciclado.
La calidad de los tejidos reciclados no tiene nada que envidiar a la del poliéster virgen derivado del petróleo, aseguró la marca en un comunicado.
El consorcio tiene como objetivo avanzar de forma conjunta en el cambio de la industria textil hacia una economía circular mediante el desarrollo y la industrialización de la tecnología de despolimerización enzimática para lograr un reciclaje del 100% "de fibra a fibra".