Desde hace varios meses, el gobierno federal en conjunto con la administración estatal y municipal anunciaron el Plan Integral de la Zona Oriente del Estado de México, una iniciativa que tiene como objetivo atender la movilidad, seguridad, vivienda, servicios públicos, salud y educación.
En este contexto, la conectividad del oriente del Estado de México está a punto de experimentar una modernización profunda que impactará de forma directa las operaciones de transporte y logística.
El Plan Integral de la Zona Oriente del Estado de México contempla una inversión millonaria en infraestructura vial clave para el traslado de mercancías, con especial énfasis en puentes vehiculares, rehabilitación de carreteras y mejora de superficies asfálticas.
Uno de los pilares del proyecto es la construcción y ampliación de 20 puentes vehiculares distribuidos en nueve municipios de la región.
Estas obras buscan eliminar cuellos de botella, reducir la saturación en intersecciones estratégicas y ofrecer rutas más seguras y eficientes para el transporte de carga. Para el sector logístico, esto se traduce en una mayor previsibilidad en los tiempos de entrega, menos paradas imprevistas y menor desgaste de las unidades.
En paralelo, el plan incluye trabajos masivos de pavimentación y bacheo en vialidades primarias y secundarias que conectan zonas industriales, centros de distribución y accesos a corredores carreteros de alta demanda.

La renovación de la carpeta asfáltica no solo mejorará la seguridad en condiciones climáticas adversas, sino que reducirá costos operativos al minimizar daños en suspensiones, llantas y sistemas de carga.
Otra de las acciones previstas es la iluminación de tramos críticos mediante el programa “Senderos Seguros”, que incrementará la visibilidad nocturna y disminuirá el riesgo de accidentes y actos delictivos en áreas de alto tránsito de transporte pesado.
Esta medida, aunque diseñada con un enfoque de seguridad ciudadana, también beneficia a la operación logística, especialmente en entregas nocturnas o traslados continuos.
La Zona Oriente —que abarca municipios como Chalco, Ecatepec, Ixtapaluca, La Paz, Nezahualcóyotl y Valle de Chalco— es un nodo estratégico para el flujo de mercancías hacia la Ciudad de México y el resto del país. Sus vías conectan con importantes ejes carreteros, zonas de producción y centros de consumo, lo que convierte a la región en un punto crítico para el abastecimiento y la distribución.
Durante la ejecución de estas obras se prevén cierres parciales y desvíos, lo que obligará a las empresas transportistas a planificar rutas alternas, ajustar horarios de entrega y monitorear de cerca los avances para minimizar impactos en la operación.
Sin embargo, una vez finalizados los trabajos, la infraestructura ofrecerá mayor capacidad de tránsito, reducción de tiempos de recorrido y mejores condiciones para el transporte de carga pesada.

En un contexto donde la eficiencia logística depende cada vez más de la calidad de las vías de comunicación, este plan representa una oportunidad para elevar la competitividad del transporte en el oriente mexiquense.
La modernización de puentes y carreteras no solo fortalecerá el flujo local, sino que optimizará las rutas hacia destinos regionales y nacionales, consolidando al Estado de México como un centro logístico de referencia.