Bruselas, (EFE).- La cumbre de esta semana entre la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) ha permitido poner el foco sobre la iniciativa Global Gateway, con la que el club comunitario pretende impulsar el desarrollo de infraestructuras en Latinoamérica, el sudeste asiático y África, además de competir con la Nueva Ruta de la Seda china.
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La Comisión Europea (CE) aprovechó la cumbre para trasladar a América Latina y el Caribe que las instituciones y Estados miembros de la UE invertirán 45.000 millones de euros en la región hasta 2027 a través de Global Gateway, en áreas como las materias primas, infraestructuras tecnológicas, energías limpias o sanidad.
La presidenta del Ejecutivo comunitario subrayó que Europa y la región de América Latina y el Caribe tendrán que "acordar juntos qué sectores y cadenas de valor priorizar", así como el mejor modo de impulsar estas inversiones con apoyo técnico, estándares y capacidades.
Von der Leyen insistió en que el programa Global Gateway "no solo tiene el tamaño para marcar la diferencia", sino que representa un "nuevo enfoque" a la hora de invertir en grandes proyectos de infraestructuras, puesto que las inversiones europeas pondrán el foco en "crear cadenas de valor locales" de modo que el "valor añadido se quede en América Latina y el Caribe".
La presidenta de la Comisión puso el hidrógeno limpio y la industria de materias primas críticas como ejemplos de áreas con potencial de inversión en las que la UE y la región de América Latina y el Caribe tienen "un interés común e ideas compartidas".
Pese al optimismo de la política, Jacob Kirkegaard, del centro de estudios German Marshall Fund, considera que Global Gateway no es una alternativa sólida a la Nueva Ruta de la Seda china y no puede competir con esa iniciativa de Pekín.
Afirma que la estrategia de la Unión Europea no está teniendo los resultados concretos necesarios para ser "una competidora seria" ante la Nueva Ruta de la Seda.
Para Kirkegaard, el "problema" es que el club comunitario "no suele querer prestar" para que se puedan realizar los proyectos que los países de bajos ingresos desean construir.
No obstante, el analista manifiesta que Global Gateway continuará existiendo en el medio y largo plazo, pero "principalmente como postureo ético" del club comunitario.
Realmente no abaratará las infraestructuras para los mercados emergentes ni reducirá la influencia de la Nueva Ruta de la Seda china"
En opinión de Kirkegaard, la repercusión de la Nueva Ruta de la Seda china disminuirá "debido a la menor voluntad china de financiarla, no a las acciones de la UE".
La infraestructura de la Unión Europea seguirá siendo financiada principalmente a través del Banco Europeo de Inversiones en todo el mundo"
También indica que Global Gateway no es una alternativa a la influencia de Rusia en América, África o Asia en el contexto de la invasión de Ucrania, ya que Moscú "no financia infraestructuras; solo mercenarios".
"Global Gateway trata de China", constata.
En cuanto a Latinoamérica, considera que no es "realmente" una región prioritaria para Global Gateway, ya que esa iniciativa también busca "generar crecimiento" entre los países vecinos de la Unión Europea "para reducir la migración".
La cumbre entre la UE y la Celac no ha supuesto un impulso para Global Gateway
No he visto un solo acuerdo de inversión estratégica concluido y listo para funcionar. Una charla a largo plazo es todo los resultados de la cumbre para Global Gateway"
Carlos Malamud, investigador del Real Instituto Elcano, cree que el contacto entre la UE y América Latina permanecerá incluso después de que termine su mandato el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, el español Josep Borrell, que ha impulsado la relación entre los países de ambos continentes.
Sin embargo, duda de que la cumbre se pueda calificar de "exitosa".
Las dificultades que condicionaron el tono de la declaración final, por ejemplo, en el tema de Ucrania, persisten"
La UE no logró que los líderes de América Latina y el Caribe condenaran la invasión, sino que en el texto se recoge la "profunda preocupación" de los jefes de Estado y de Gobierno por el conflicto.
"Si realmente lo que se quiere es que América Latina sea un aliado importante de la UE, esto implica que hay que cambiar las percepciones latinoamericanas en torno a la guerra de Ucrania", opina Malamud.
EFE jug-drs/cat/prb