La industria del retail en Norteamérica atraviesa una transformación estructural sin precedentes. En los últimos cinco años, múltiples cadenas tradicionales han colapsado ante la presión del comercio electrónico, los cambios en los hábitos de consumo y la falta de adaptación tecnológica. Este fenómeno no solo ha redefinido el panorama comercial, sino que ha generado disrupciones profundas en las cadenas de suministro, afectando desde operadores logísticos hasta proveedores globales.
Según datos de Forbes y Bloomberg, el cierre de tiendas físicas ha generado una sobrecapacidad en almacenes regionales, mientras que la demanda de servicios logísticos flexibles y escalables ha crecido un 22% en el último año. Esto ha obligado a los operadores a rediseñar rutas, renegociar contratos y acelerar inversiones en automatización y tecnología predictiva. La desaparición de tiendas físicas, que tradicionalmente funcionaban como nodos de distribución y puntos de contacto con el cliente, ha reducido la demanda de transporte de última milla en zonas urbanas, mientras que ha incrementado la presión sobre centros de fullfilment y operadores 3PL especializados en ecommerce.
Hudson’s Bay Company: el fin de una era
Fundada en 1670, Hudson’s Bay Company (HBC) anunció en marzo de 2025 su liquidación total tras declararse en bancarrota bajo la Ley CCAA canadiense, equivalente al Capítulo 11 estadounidense. La empresa acumulaba más de 1,700 millones de dólares en deudas y no logró sostener su red de 80 tiendas físicas en Canadá, que representaban el 70% de sus costos operativos. Su último informe financiero reveló que, mientras sus ventas online crecieron apenas un 4%, competidores como Nordstrom reportaron un 18% de crecimiento en ecommerce, lo que evidencia la falta de adaptación digital de HBC.
El impacto logístico ha sido inmediato. El cierre de tiendas implicó la cancelación de contratos con operadores 3PL que gestionaban distribución regional, la desactivación de centros de distribución urbanos que afectaban la eficiencia de entregas en ecommerce, y la pérdida de más de 9,300 empleos, muchos de ellos en funciones de almacén y transporte. Además, la salida de HBC del mercado canadiense ha dejado un vacío en la infraestructura logística que sostenía su operación omnicanal, obligando a redistribuir flujos de mercancía y a renegociar acuerdos con proveedores.
Brooks Brothers: una cadena que no supo adaptarse
La icónica marca de moda masculina Brooks Brothers, con 206 años de historia, se acogió al Capítulo 11 en julio de 2020. Según "The New York Times", la pandemia redujo en un 65% la demanda de trajes formales, y la empresa no logró pivotar hacia ropa casual a tiempo. Mientras rivales como Ralph Lauren lanzaban líneas orientadas al trabajo remoto, Brooks Brothers mantuvo el 80% de su producción enfocada en vestimenta corporativa.
El impacto en la cadena de suministro fue global. El cierre de 51 tiendas en Estados Unidos interrumpió flujos logísticos establecidos y provocó la cancelación de pedidos a proveedores de textiles de lujo como Larusmiani en Italia y productores de algodón egipcio. Esto desaceleró la importación de insumos premium, afectando a puertos y operadores especializados en carga textil. El caso de Brooks Brothers evidenció la fragilidad de las cadenas de suministro altamente especializadas y dependientes de un solo segmento de mercado.
México: entre la vulnerabilidad y la oportunidad
México, como socio logístico clave de Estados Unidos y Canadá, también ha sentido los efectos de esta transformación. Según datos de El CEO y Forbes México, el 83% de las exportaciones mexicanas se destinan a Estados Unidos, lo que hace al país vulnerable a disrupciones en el retail norteamericano. Sin embargo, también se abren oportunidades importantes.
La tendencia de nearshoring ha ganado tracción, y México se posiciona como un hub estratégico para manufactura y logística, especialmente en sectores como moda, electrónica y bienes de consumo. Empresas mexicanas están adaptando sus redes para atender a nuevos clientes direct to consumer (D2C) en Estados Unidos, ante la caída de grandes retailers. Además, el Plan México 2025 contempla mejoras en puertos, ferrocarriles y aduanas para fortalecer la competitividad logística del país.
Proyecciones para el sector logístico
Se espera que el ecommerce represente más del 30% del retail en Norteamérica para 2027, lo que impulsará la demanda de logística de última milla y fullfilment automatizado. Las empresas logísticas deberán ofrecer soluciones más ágiles, sostenibles y tecnológicamente avanzadas para mantenerse competitivas. En este contexto, México podría experimentar un crecimiento del 15% en su sector logístico en los próximos tres años, según estimaciones de la ICC México, consolidándose como un socio estratégico en la nueva configuración del comercio regional.