El pasado viernes 15 de abril, el gobernador de Texas, Gregory Wayne Abbott, detuvo la orden que exigía "inspecciones de seguridad mejoradas" y más largas para los vehículos comerciales que entran en Texas desde Nuevo León. Con esta medida, se espera que el flujo comercial transfronterizo reestablezca su flujo normal.
Abbot anunció la semana pasada que todo el flujo comercial proveniente de México sería sometido a inspecciones de funcionarios estatales.
Los esfuerzos, dijo, eran para ayudar a detener el flujo de contrabando ilegal y el tráfico de personas.
Para ayudar a agilizar el cruce de mercancías, los mandatarios de Coahuila, Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas firmaron, por separado, memorándums de entendimiento con su homólogo texano.
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El bloqueo a los vehículos de carga en el Puente Pharr, Puente Colombia y El Paso, Texas dio lugar a cientos de millones de dólares perdidos y a retrasos en los envíos de todo tipo de productos, desde aguacates hasta piezas de automóviles, que tendrán un impacto a largo plazo.
Las inspecciones de seguridad causaron retrasos de hasta 20 horas en el cruce de camiones de carga y la caída de más del 70% en el flujo comercial. Esto, de acuerdo con un comunicado del 12 de abril de la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga (CANACAR).
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Se estima que el Puente Pharr despachaba hasta 3 mil camiones por día, para un aproximado de 18 mil unidades por semana.
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