Bruselas, (EFE).- Los países de la UE aprobaron hoy el acuerdo informal alcanzado con el Parlamento Europeo para recortar las emisiones de CO2 de los camiones en 2040, después de que Alemania obtuviera una cláusula favorable a los combustibles sintéticos (efuels) y levantara el veto con el que amenazaba a última hora.
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En concreto, se ha añadido al texto acordado un párrafo que llama a la Comisión Europea a presentar un estudio sobre la viabilidad de ese tipo de combustibles antes de 2027, fecha estipulada antes para evaluar la eficacia de la normativa en general, indicaron a EFE fuentes europeas.
Alemania, primer fabricante automovilístico de la UE, ha peleado en distintas negociaciones comunitarias para salvar el motor de combustión a través de los combustibles sintéticos, que funcionan como los combustibles fósiles, pero sólo liberan el CO2 que previamente se les ha incorporado.
La Comisión Europea, entre otros, considera que ese tipo de combustibles, apenas disponible a escala comercial y muy caros, deberían en todo caso reservarse para industrias difíciles de electrificar, como el transporte marítimo o la aviación.
Es la tercera vez este año, y la segunda este viernes, en que Berlín bloquea o pide reabrir un acuerdo ya cerrado, a una altura de la tramitación donde suele confirmarse oficialmente lo acordado previamente, salvo que se detecte alguna anomalía.
En las tres ocasiones, la causa ha sido el desacuerdo entre los socios de la coalición de Gobierno en Alemania, formada por el Partido Socialdemócrata, los Verdes y los liberales del FDP.
Primero fue por un dossier similar sobre la prohibición de venta de vehículos electricos que emitan CO2 a partir de 2035 y este viernes por los camiones y por una directiva que busca responsabilizar a las grandes empresas del impacto de sus actividades y las de sus proveedores en la sostenibilidad medioambiental y los derechos humanos, obligándoles a vigilar y mitigar estos riesgos.
Berlín consideraba que la norma implicaba un exceso de carga burocrática y la presidencia belga del Consejo de la UE retiró el tema de la agenda de votación en la reunión de embajadores al constatar que no tendría mayoría suficiente.
También Francia recurrió a esa inusual maniobra recientemente para reabrir una norma sobre energía renovable y reclamar más espacio para el hidrógeno de origen nuclear, mientras que otros países, como España, han criticado públicamente que París y Berlín exijan revisiones de pactos ya cerrados.
CO2 en camiones y autobuses
En cuanto a los objetivos de descarbonización del transporte pesado, el resto del texto queda inalterado respecto a lo acordado por los negociadores de los Estados miembros, la Eurocámara y la Comisión Europea el pasado 18 de enero.
Camiones y autobuses tendrán que reducir sus emisiones de CO2 en un 90% para 2040 respecto a 2019, y los autobuses urbanos tendrán que alcanzar ese umbral en 2030 y llegar a cero emisiones en 2035.
Los vehículos pesados, que representan el 25% de las emisiones de gases de efecto invernadero del transporte por carretera de la UE, tendrán que reducir el CO2 que liberan a la atmósfera en un 45 % para 2030 y en un 65% en 2035, para llegar a una reducción del 90% en 2040.
Estarán incluidos vehículos profesionales, como camiones de basura, volquetes u hormigoneras.
El pleno del Parlamento Europeo tendrá, no obstante, que aprobar la normativa con los cambios introducidos a última hora para que la norma se adopte oficialmente.
La organización Transporte y Medioambiente (T&E) señaló tras conocerse el acuerdo que "los combustibles electrónicos son una desviación costosa y tremendamente ineficiente de la transformación a vehículos eléctricos a los que se enfrentan los fabricantes de camiones" y llamó a la UE a dar "claridad a su industria", que compite con Estados Unidos y China.
El Parlamento de la UE debería garantizar que los objetivos de CO2 para camiones entren en vigor sin más demora".
EFE jaf/cat/jmj