El robo al transporte de carga es un añejo problema que no deja de amenazar a las cadenas de suministro de distintas industrias en el país. Tras la puesta en marcha de operativos de seguridad implementados a nivel federal, se han detectado nuevos patrones delictivos sobre los mismos ramales carreteros del país que mayor incidencia presentan.
El análisis más reciente de la Asociación Nacional de Empresas de Rastreo y Protección Vehicular (ANERPV) revela un desplazamiento parcial de la delincuencia organizada sobre puntos de dos de los corredores más transitados: la México-Saltillo (MEX-57D) y la México-Veracruz (MEX-150D).
Ambos corredores son tradicionalmente escenario de esta incidencia delictiva, según muestran los hallazgos de la Asociación, que respaldan al mismo tiempo, los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Entre enero y agosto de este año, se han registrado casi 4,100 robos a transporte de carga en México. Cinco entidades concentraron 66.3% de las carpetas de investigación: Estado de México, Michoacán, San Luis Potosí, Puebla y Nuevo León, según la estadística oficial.
Las entidades están conectadas por corredores carreteros estratégicos que abastecen a la industria manufacturera y a principales puntos de consumo en el país; particularmente por la autopista México 57D.
Un reporte de la consultora en riesgos a la cadena de suministro, Overhaul -integrante de la ANERPV- revela que la franja centro y occidente registraron 80% de los robos al transporte de carga en el primer semestre del año.
Este patrón se mantiene a pesar de los operativos de seguridad federal implementados para reducir la incidencia delictiva en las principales autopistas.
La delincuencia se mueve con la carga
A través de sistemas de inteligencia y mapeo -herramientas que integran datos de rastreo, incidentes y reportes georreferenciados- la Asociación identificó que, si bien los operativos conjuntos con la Guardia Nacional han permitido una disminución significativa de robos en ciertos tramos, quienes cometen estos delitos han migrado hacia nuevos municipios, adaptando su operación para eludir la presencia de las autoridades.
Esta “migración del delito”, como la denomina la agrupación, se observa principalmente en los ramales carreteros de ambas autopistas. En el caso de la MEX-57D, los municipios afectados por el desplazamiento delictivo se distribuyen en:
- Estado de México: Coyotepec, Huehuetoca, Tepotzotlán y Soyaniquilpan
- Querétaro: El Marqués, Pedro Escobedo, Querétaro y San Juan del Río
- Guanajuato y San Luis Potosí: San José Iturbide y Guadalcázar y Santa María del Río (respectivamente).
Sobre la MEX-150D, que conecta Puebla y Veracruz, el fenómeno se concentra en Maltrata, Quecholac y Tlahuapan, donde los reportes de robo muestran repuntes tras la presión ejercida en otros tramos de la misma vía.
Estrategias en marcha: resultados y retos
La Guardia Nacional ha desplegado tres operativos coordinados: BALAM, Operativo Escalón y el Plan Cero Robos, con el objetivo de blindar los principales corredores logísticos del país. De acuerdo con la ANERPV, estas estrategias han contribuido en la reducción de la incidencia delictiva desde julio pasado.
Los mapas elaborados por la Asociación muestran zonas en color azul oscuro donde los robos disminuyeron más de 10%, azul intermedio para reducciones de entre 5 y 10%, y azul claro para descensos menores al 5%.

En contraste, rosa claro, rojo y guinda representan municipios donde la incidencia aumentó hasta más de 10%.
Los mapas ofrecen una radiografía visual del fenómeno: las rutas no se apagan, se reconfiguran. Cada cierre de punto crítico genera presión sobre otros segmentos carreteros, donde la delincuencia encuentra resquicios para operar.

Industria bajo presión: la cadena de suministro como objetivo
Luis Villatoro, presidente de la ANERPV asegura que el robo al transporte de carga es un eslabón más dentro de un ecosistema delictivo que ha sofisticado su forma de operar. La delincuencia organizada, antes concentrada en el trasiego de drogas, dijo, ha diversificado sus operaciones hacia las cadenas de valor industriales.
“Ya no está enfocada en el trasiego de drogas; ahora está enfocada en ciertos factores que dañan la industria, el objetivo es la industria”, expuso ante miembros de la Asociación Mexicana del Transporte Multimodal (AMTI).
Compartió que algunos grupos criminales operan ya con precisión quirúrgica en los eslabones logísticos más vulnerables:
Contenedores que viajan dos meses desde la zona de Europa del Este al puerto de Veracruz en México, no sufren vulneración alguna. “Pero sale de la aduana y llega al parque logístico en domingo y ese día la delincuencia organizada va por ese contenedor”.

De acuerdo con Villatoro, este ejemplo evidencia una mutación en la lógica criminal, que ya no busca solo la oportunidad inmediata, sino que se estructura con base en inteligencia logística, observación y conocimiento operativo del sector industrial.
Los bienes de consumo en la mira
Durante su presentación, el presidente de la ANERPV recordó que las organizaciones criminales están a la caza de ciertas mercancías que a su vez son demandadas por personas que buscan hacer rendir su dinero consumiendo productos en el mercado informal; pero también se han diversificado hacia otros segmentos industriales.
Existe un alto índice de robos de productos de consumo que son sustraídos de los contenedores que llegan o salen hacia o desde alguno de los puertos del país.
Un 33% es de productos del sector de alimentos y bebidas. “Tiene sentido porque si existe un proceso inflacionario y hay demanda de bienes básicos que pueden ser sustituidos en mercado informal, obviamente la delincuencia organizada lo atenderá”, afirmó.
El guiño a los bienes intermedios
Un segundo sector es el de metales. Concentró 4% del robo de carga a nivel nacional al segundo trimestre de 2025. Durante ese lapso, el sector mostró un crecimiento de 3 puntos porcentuales respecto al periodo de 2024, según datos de Overhaul, firma consultoría de gestión de riesgos en cadena de suministro.
El 60% de los delitos enfocados al robo de metales fue en Puebla (27%), Guanajuato (20%), San Luis Potosí (13%). La carretera que manifestó mayor riesgo para ese sector fue la México-Saltillo (57-D) con 22%. El 80% de los robos ocurrieron entre miércoles y viernes y 40% de la incidencia se presentó entre las 03:00 y las 06:00 horas.
Un 53% de los delitos pasaron cuando las unidades de transporte carga estaban en movimiento. El resto mientras estaban detenidas. Los productos más robados fueron acero, aluminio y cobre.
El golpe al suministro industrial
La Confederación Nacional de Distribuidores de Acero (Conadiac) y los miembros del clúster automotriz de Guanajuato han confirmado las afectaciones en sus cadenas de suministro debido al robo de carga en San Luis Potosí y en Guanajuato, cerca de la zona de los Apaseos, entre Celaya y la zona limítrofe con Querétaro.
“¿Por qué lo están sufriendo? Una simple razón. Ahí hay sector aeroespacial de un lado y sector manufacturero-automotriz del otro. Esa vía de comunicación cruza 11 municipios, hay crecimiento de parques logísticos, puertos terrestres... es decir, hay una gran oferta de bienes transitando en esas vías de comunicación lo que las hace atractivas para los grupos de delincuencia organizada”, expuso.
Las zonas con menos probabilidad de robo
Sin embargo, más allá de sentirse alarmados, el líder de las empresas del sector de la seguridad privada vehicular comentó que la información permite establecer estrategias que permitan mitigar el riesgo de sustracción de bienes.
De acuerdo con los datos, el robo de carga sucede en una superficie del 14% del territorio nacional, concentrado en dos regiones -centro y occidente- en donde ocurre el 68% de los incidentes.
En el norte del país, según Villatoro, la probabilidad de que suceda algún robo al transporte de carga es de 30 a 5% y al hablar de las penínsulas, esa probabilidad baja a menos del 5%. Por ello dijo, los esfuerzos de las autoridades deben de ser dirigidos hacia las entidades donde la actividad delictiva es permanente y continua.
"Se está haciendo un esfuerzo importante por parte de la autoridad. Las estrategias que se están trabajando de la mano con las autoridades federales y estatales... nos ayudan a tener una capacidad de recuperación del 80%”, señaló.
Sin embargo, es claro que ante la ampliación de franjas en los ramales carreteros, es indispensable redoblar los esfuerzos para proteger a las cadenas de suministro.