Entre enero y junio de 2025, el Puerto de Manzanillo recibió un total de 802 embarcaciones, de las cuales 725 fueron de carga comercial y 77 de otros tipos (incluidos 71 con productos petroleros y seis cruceros).
De los buques comerciales, el 74% —539 embarcaciones— transportaba carga contenerizada. Además, se contabilizaron 83 barcos con carga general, otros 83 con granel mineral y 20 con granel agrícola, según el más reciente informe de la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona) Manzanillo.
El movimiento total de carga contenerizada alcanzó 1 millón 884 mil TEUs. De este volumen, el 45% correspondió a importaciones, que registraron un crecimiento de 1.4% en comparación con el mismo periodo de 2024, mientras que el 41% fue para exportación y el 14% restante para transbordo.
Marzo destacó como el tercer mes con mayor movimiento de carga de contenedores en la historia del puerto, un dato que confirma la tendencia al alza en la actividad logística de este enclave.
Megabuques elevan el promedio de carga y marcan un hito en la historia del puerto
Un aspecto notable del semestre fue el arribo de embarcaciones de dimensiones sin precedentes en el país. Tres buques —el APL Fullerton, de 397.88 metros de eslora, y los CMA CGM Alexander Von Humboldt y Marco Polo, ambos de 396 metros— se convirtieron en las embarcaciones más grandes que hayan tocado costas mexicanas.
En total, fueron 41 los buques mayores a 365 metros que arribaron a Manzanillo en servicios regulares, procedentes principalmente de Asia.

Esta tendencia impactó de forma directa en el volumen promedio de carga por barco, que se incrementó a 3,495 TEUs, por encima de los 3,419 registrados en el mismo periodo de 2024.
En este contexto, el puerto también rompió récords por vía terrestre
La eficiencia del puerto también se reflejó en el manejo de carga terrestre. El 20 de febrero se registró el día con mayor ingreso de camiones al recinto portuario, con un total de 4,626 unidades.
Este tipo de flujos pone a prueba la coordinación intermodal entre el transporte marítimo y terrestre, y subraya la importancia de seguir modernizando los accesos logísticos al puerto.
Un nodo logístico esencial para México y América Latina
Manzanillo no solo lidera en términos de volumen, sino también en relevancia estratégica. Es el puerto más importante de México en manejo de contenedores y el tercero en América Latina.
En 2024 movilizó cerca de 4 millones de TEUs, con una participación de aproximadamente el 70% del comercio marítimo entre México y Asia. Su ubicación lo convierte en una puerta de entrada crucial para abastecer al Bajío y al centro del país, donde se concentra gran parte de la actividad manufacturera y de consumo.
Además, Manzanillo forma parte de un plan de expansión que busca llevar su capacidad actual de 3.5 a 10 millones de TEUs anuales hacia 2030.

El proyecto contempla inversiones por más de 3,000 millones de dólares e incluye la ampliación de muelles, la modernización de vías férreas y carreteras, así como mejoras en conectividad digital y sostenibilidad operativa.
De acuerdo con el portal Proyectos México, el desarrollo abarca más de 1,700 hectáreas y ya atrae inversión nacional y extranjera en infraestructura portuaria.
Infraestructura crítica en el comercio norteamericano
La importancia de Manzanillo trasciende las fronteras mexicanas. Un estudio del Center for Strategic and International Studies (CSIS) advierte que una interrupción operativa en el puerto podría costar hasta 134 millones de dólares diarios al comercio de América del Norte.
Esta relevancia estratégica motivó su inclusión en el programa de control de contenedores de la ONU, destinado a mejorar la seguridad en los flujos internacionales, aunque su implementación se ha visto limitada por recientes recortes presupuestarios del gobierno de Estados Unidos.
Con el repunte en el arribo de megabuques, el crecimiento sostenido del volumen contenerizado y un plan de modernización en marcha, Manzanillo se proyecta como un punto de referencia logístico no solo para México, sino para todo el hemisferio occidental.
Su desempeño en el primer semestre de 2025 demuestra que la infraestructura portuaria, cuando está alineada con las tendencias globales de comercio y eficiencia operativa, puede convertirse en un verdadero acelerador del desarrollo económico y la competitividad regional.