Hablar de los retos del profesional de la logística en la cadena de suministro nos lleva inevitablemente a un sinfín de escenarios por superar, tanto en los aspectos técnicos propios de la ciencia logística como en un entorno cada vez más complejo y cambiante. En este contexto, las necesidades parecen infinitas, mientras que los recursos siempre son limitados. La esencia de la labor logística radica en optimizar al máximo esos recursos, alcanzando mejores estándares de calidad, reduciendo los tiempos de respuesta y ofreciendo experiencias superiores en el servicio.
No obstante, si tuviéramos —quizá de forma injusta— que resumirlos en solo tres grandes retos, en mi opinión serían los siguientes:
1. Operar la cadena de suministro en entornos inciertos y globales
La pandemia marcó un antes y un después en la gestión logística. A esto se han sumado conflictos bélicos como la guerra en Ucrania, las tensiones en la Franja de Gaza, el enfrentamiento Israel-Irán y la situación en Yemen, entre otros. Estos eventos han provocado cierre de rutas, restricciones comerciales, congestión en puertos como Manzanillo y Lázaro Cárdenas, escasez de insumos por interrupciones impredecibles y un encarecimiento del transporte.
Adicionalmente, la nueva configuración de la política económica de Estados Unidos ha generado incrementos de costos por aranceles, caída en la demanda, servicios emergentes prioritarios y, sobre todo, una elevada incertidumbre que ha frenado inversiones en unidades de transporte, centros de distribución y tecnología, a la espera de nuevos acuerdos o renegociaciones de tratados comerciales.
Estrategias aplicadas para mitigar este entorno adverso incluyen:
- Diversificación de proveedores.
- Incremento de la tercerización de servicios logísticos.
- Evitar la dependencia de una sola región (ej. China).
- Acercar las cadenas de suministro al mercado de consumo.
- Gestión de inventarios estratégicos: mantener inventario de seguridad en productos clave, evitando sobreinventarios.
- Desarrollo de cadenas resilientes y diversificadas, segmentación de proveedores y abastecimiento dual.
2. Transformación digital e integración tecnológica
Aún existen empresas con procesos logísticos manuales o desintegrados entre áreas. La brecha es evidente entre grandes retailers u operadores 3PL avanzados (como DHL, Estafeta o Amazon) y empresas tradicionales que siguen utilizando hojas de cálculo, perdiendo competitividad.
Los principales obstáculos incluyen:
- Falta de presupuesto o visión en pymes para invertir en software básico como WMS/TMS.
- Baja adopción de automatización en CEDIS.
- Problemas de conectividad en zonas rurales o de difícil acceso.
- Resistencia interna al cambio.
La transformación digital no se limita a implementar herramientas, sino que requiere un cambio cultural y la incorporación de nuevos perfiles profesionales.
Tecnologías clave para avanzar incluyen:
- IoT: Sensores para monitorear temperatura, ubicación, humedad o manipulación de productos.
- Inteligencia Artificial: Predicción de demanda, optimización de rutas y prevención de quiebres de stock.
- Automatización: Sorters, drones y robots para acelerar operaciones y reducir errores.
- Integración de plataformas: ERP, OMS, e-commerce y WMS conectados para evitar silos de información.
3. Última milla y expectativas del cliente
El consumidor actual exige una cadena de abasto más cercana, entregas rápidas, precisas y rastreables, especialmente en e-commerce. La reducción de la presencia de tiendas físicas y la competencia internacional han elevado los estándares, mientras que en muchas ciudades mexicanas persisten retos como tráfico caótico, direcciones imprecisas, zonas de riesgo, asentamientos irregulares y restricciones de circulación y descarga. En zonas suburbanas o rurales, el acceso complicado agrava la situación.
Esto genera:
- Entregas fallidas por inseguridad o inaccesibilidad.
- Costos elevados por falta de operadores (México tiene carencia actualmente).
- Problemas de planeación de rutas y doble vuelta.
- Exigencias de entregas en menos de 24 horas por plataformas como Amazon o Mercado Libre.
Soluciones que se están implementando incluyen:
- Ruteo dinámico con herramientas adaptadas a la infraestructura urbana mexicana.
- Micro-fulfillment cercano a la demanda.
- Lockers inteligentes y puntos de recolección en tiendas y comercios de conveniencia.
- Crowdsourcing logístico ( capacidades de redes particulares de distribución)
- Uso de motos y vehículos pequeños para zonas de difícil acceso.
- Entregas programadas e incentivos para reducir la presión de la inmediatez.
- Políticas de devoluciones claras y logística inversa trazable .
En la logística de hoy, no gana el más grande, sino el que se adapta más rápido.
Transformar la incertidumbre en oportunidad, la tecnología en ventaja y la última milla en una experiencia memorable será lo que marque la diferencia entre competir… o liderar. Estos son, desde mi punto de vista, los retos (nada menores) a los que tiene que hacer frente un profesional de logística que hacer frente, de manera prioritaria. ¿Estás listo para moverte con gran velocidad frente a estos desafíos?