Uno de los retos más evidentes en la gestión logística es contribuir con la ventaja competitiva de la organización a partir de tres elementos: tiempo de respuesta, confiabilidad de información y gestión del costo logístico.
Cada uno representa un desafío muy exigente que vale la pena analizar. Veamos cómo enfrentarlos y al mismo tiempo, acompañar la gestión con innovación.
Tiempo de respuesta
La agilidad y correcta acción de suministro desde la gestión logística necesita de dos herramientas base: certeza de la demanda y herramientas acordes con el tipo de demanda.
El uso de la metodología en planificación de la demanda es un excelente soporte para preparar al flujo logístico en términos de anticipación. Existen herramientas tecnológicas para tales efectos; desde softwares especializados hasta aplicaciones soportadas por inteligencia artificial.
Pero el cumplimiento no solo puede dejársele a las estimaciones. El conocer, a carta cabal, las limitaciones operacionales, tales como: capacidad de almacenamiento, de adquisición y de distribución, son restricciones que influyen con fuerza en el tiempo de respuesta.
La experiencia y métodos empíricos nos informan que el girado de instrucciones y asignación de tareas debe contar con la comprensión absoluta del personal operativo y de supervisión.
Acá es donde aparece la innovación con esquemas de trabajo sencillos -más no simples- que permitan de la forma más confiable, generar conocimiento experto y por ende más innovación. En otras palabras, la creación, generación y mantenimiento de un círculo virtuoso.
Confiabilidad de la información
Las tecnologías de la información se convirtieron en compañeras excelsas de la gestión logística. Todo proceso logístico se soporta en ellas y no emplearlas resulta inconcebible. Sin embargo, y no está por demás recordarlo, las tecnologías de la información son herramientas de cálculo que dependen enteramente de los datos que se les ingrese.
La forma de este aporte son la clave del procesamiento correcto de la información. Por ello, la garantía de interpretación confiable se sustenta en la metodología de registro. Lo que requiere colocar y validar acorde con el proceso.
La innovación se genera en forma de dicha captura y por supuesto, en los resultados obtenidos que retroalimentarán a los integrantes del proceso. Haciendo al mismo confiable y en continuo mejoramiento.
Gestión del costo logístico
La gestión del costo logístico toma cada vez más una mayor preponderancia. ¿La razón? Adicional a los puntos previos que permiten brindar una respuesta oportuna y confiable, se une la necesidad de una mayor prospección operativa de los costos asociados.
Si bien los mismos no son los oficiales, sí apoyan en términos de evitar descontrol, o en palabras llanas, salirse del presupuesto. Las actividades que se verifican dentro del flujo logístico son tan variadas que resulta imposible detallarlas en un presupuesto, aunque las consecuencias si se registran.
No podemos ser específicos financieramente de cuántos movimientos tiene un material en los almacenes. Pero al cierre del mes, sí tenemos los envíos efectuados y si los mismos son menos de los requeridos para apuntalar los ingresos, muy probablemente se deba a un exceso de movimientos en la bodega al tratar de ubicar los materiales.
Este sencillo ejemplo, lo podríamos extrapolar a todas las actividades de la cadena logística, lo que nos permite sustentar la importancia del control preventivo de los costos. Al propio tiempo, el conocer cómo se comportan los procesos y sus costos, se abre una puerta a innumerables iniciativas e innovaciones que generarán ahorros.
Como podemos inferir, mejora, innovación y apuntalamiento de la competitividad logística, se logran al cumplir y gestionar la operación sobre la base de los tres elementos.
Permitiendo consolidar el flujo operativo, haciéndolo resiliente, flexible y ágil. Proclive a la adaptación en nuevos escenarios, por regla general, disruptivos.