Si la humanidad no hace los cambios necesarios y suficientes para limitar el calentamiento global a 1.5°C para el 2050, las consecuencias serán catastróficas en todo sentido. Las cadenas de suministro, de cualquier industria, mueven y mantienen conectado al mundo a diario, por lo que resulta fundamental empatar sus estrategias y rutas con la sostenibilidad: procesos que puedan funcionar, evolucionar y crecer sin contribuir al cambio climático
Teniendo en mente que las cadenas de suministro y la forma en la que operan son consecuencia de sus tomadores de decisiones, la pregunta del millón es ¿cómo podemos lograr que esas decisiones tengan en la mira los compromisos climáticos adoptados a nivel mundial y, sobre todo, cómo podemos medir su impacto real?
Uno de los principales retos para responer esta pregunta -bastante compleja- es la falta de métricas, de datos e información que se pueda analizar.
En entrevista con THE LOGISTICS WORLD®, el científico investigador y profesor del Centro de Transporte y Logística del MIT, Dr. Josué Velázquez Martínez, explica que muchas de las herramientas que se han diseñado y que actualmente existen para perseguir una respuesta funcional necesitan de información compartida entre los distintos participantes de la cadena: proveedores, proveedores de los proveedores, clientes, etc.
Y a pesar de que muchas empresas han identificado este problema desde hace muchos años, sigue siendo bastante complejo entender cómo simplificar y resolver los temas inherentes como el monitoreo, privacidad, así como el rastreo y recopilación de la información en todos los niveles del proceso, su análisis e implementación.
"Esto es muy relevante porque si tú tienes métricas que son insuficientes y no capturan lo que está sucediendo, las iniciativas y estrategias para reducir los impactos también van a tener deficiencias",
señala el director del Laboratorio de Cadena de Suministro Sostenible del MIT.
Sostenibilidad, clave para la toma de decisiones
Si bien ahora más que nunca es importante colocar el concepto en la mesa de los tomadores de decisiones, esto sigue siendo una de las principales deudas.
El experto, con más de 10 años de experiencia en investigación sobre sostenibilidad en temas de logística y cadena de suministro, apunta que muchas organizaciones están diseñando sus áreas de influencia a través de departamentos de sustentabilidad que aún están fuera del proceso de toma de decisiones.
Es decir, un consejo directivo tiene contacto con este tipo de información cada seis meses o un año, sobre todo enfocada en términos de misiones. Pero eso no siempre se traduce en analizar, con mayor frecuencia, cómo se está utilizando la data, para tomar mejores decisiones de negocio y de cadena de suministro.
"Hay un reto para operacionalizar la información que se está tomando en cuenta, de estrategias de sostenibilidad, de cómo llevarla a decisiones cotidianas en niveles operacionales, tácticos y estratégicos en una organización", afirma.
Si las empresas participantes en el proceso -explica el experto- son capaces de hacer un mapeo para identificar hot spots, vulnerabilidades, retos de emisiones, qué proveedores son clave y cuáles no dentro de la operación, entonces habrán iniciado el camino hacia la sostenibilidad.
"La empresa que está monitoreando y mapeando es por definición más sostenible",
señala el también director del Laboratorio de Transformación de Empresas de Bajos Ingresos del MIT
Ahora, otro de los factores relevantes que hay que tomar en cuenta en todo este ecosistema logístico que pretende ser sostenible es el uso y la integración de la tecnología, herramientas emergentes que impulsan la innovación.
Sin duda alguna la evolución de herramientas como IA, machine learning, large language models, etc. -y toda la infraestructura necesaria para su desarrollo- tienen un claro potencial de apalancar las estrategias que permitan alcanzar objetivos sostenibles, a nivel empresa pero también a nivel gobierno y país.
En este sentido se está trabajando y explorando mucho en temas de automatización. Las empresas están buscando cómo automatizar sus centros de distribución, de almacenamiento, el desarrollo de tecnologías de drones, robots, etc.
"Lo que requieren es medir. Si ya saben que hay un impacto financiero al implementar la automatización en los centros de distribución, la pregunta sería si tiene un impacto en los temas ambientales, cuál sería el efecto en las emisiones de carbono de la cadena de suministro. Parte de la investigación es explorar esas alternativas".
El Dr. Velázquez Martínez comparte que sí hay empresas haciendo estos esfuerzos, sobre todo en temas de infraestructura, relacionado con cómo va a operar su cadena y así perseguir una estrategia basada en competitividad, para ser económicamente sostenibles pero también alineando esto con los compromisos climáticos.
Investigación, innovación y el poder de la información
"La investigación para el MIT es un proceso de innovación que no nada más se centra en el proceso de descubrir y diseminar conocimiento, sino que tiene también una estrecha conexión con la industria", explica el experto.
Toda la investigación que se hace desde esta trinchera es financiada por industrias que buscan explorar nuevas rutas rumbo al futuro del supply chain. Y justamente el resultado de estos proyectos de investigación han sido traducidos en casos de estudio, aplicaciones y simuladores para que los profesionales involucrados en estos procesos puedan tener una experiencia de aprendizaje muy práctica.
"Hablamos mucho de los compromisos climáticos pero la pregunta es ¿cómo traduces esos compromisos en acciones y estrategias que te ayuden a alcanzarlos?"
¿Cómo acceder a esta información? Actualmente el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ofrece un curso llamado 'MITx: Sustainable Supply Chain Management', que tiene una duración de 10 semanas, programado con entre 8 y 12 horas por semana, comenzando el 1 de octubre próximo y finalizando el 10 de diciembre.
Este curso, estratégicamente diseñado para los profesionales de la cadena de suministro y todos los interesados, acerca el resultado de estas investigaciones en sostenibilidad logística a partir de la discusión práctica.
El estudiante está inmerso en el problema a partir de una discusión y se le ofrecen ejercicios prácticos, herramientas de simulación y casos de estudio. Interactúa, ve como lo resuelve, proporciona un resultado y vuelve a interactuar.
Se cubren temas que van desde los fundamentos de la cadena de suministro sostenible, cuáles son las implicaciones de negocio de esas cadenas, cómo funciona todo el tema de logística sostenible, además de aspectos de reabastecimiento, manejo de inventario, planeación, diseño de redes, configuración de un canal de distribución e incluso entendimiento del consumidor.
"Mucho de esto está oculto en una caja negra y parte de lo que pensamos es que las empresas lo tienen ahí porque no tienen manera de saberlo, porque no se han hecho métricas adecuadas, análisis profundos de identificación de hot spots y a partir de ahí, tratar de definir estrategias que puedan ayudar al consumidor a tomar mejores decisiones", afirma el investigador del MIT, quien participa como instructor líder en este curso.
"Lo que estamos proponiendo es cómo miramos los problemas con un lente diferente, cómo identificamos en lo que se ha hecho tradicionalmente oportunidades para innovar y entonces ayudar a cumplir con distintos objetivos simultáneamente. Que nos ayude a contribuir con el propósito de nuestra red pero que también al mismo tiempo alcancemos objetivos de impacto ambiental y reducción de emisiones",
agrega.
Con esto en mente, mucho ojo con esta oportunidad. Hay un descuento del 30% sobre el costo del curso para quienes se inscriban antes del próximo 1 de octubre, de este 2024. Si estás interesado en recibir una valiosa actualización y capacitación sobre la manera de convertir compromisos en acciones, guiado de expertos con años de experiencia, entra aquí para inscribirte lo más pronto posible.
Las cadenas de suministro eran relevantes antes de la pandemia de COVID-19 pero este evento disruptivo mostró a todos qué tan indispensables son. En este momento en que la humanidad lucha por frenar el cambio climático, usemos la investigación para tomar mejores decisiones sin importar en dónde nos encontremos, ya sea en un cargo directivo o frente a un estante en el supermercado.