En 2024, México se convirtió en el principal socio comercial de Estados Unidos, con un intercambio bilateral de bienes que superó los 800,000 millones de dólares (mdd). Este dato, tomado del informe “Mexico’s State of Logistics: 2025”, elaborado por Kearney con base en el estudio del Council of Supply Chain Management Professionals (CSCMP), marca el inicio de una transformación profunda en el sistema logístico nacional, impulsada por el nearshoring, pero también tensionada por desafíos estructurales que amenazan con frenar su potencial.
El documento ofrece una radiografía completa del sector logístico mexicano, desde el transporte terrestre hasta la carga aérea, pasando por puertos, almacenes y operadores 3PL. Revela que México se encuentra en un momento decisivo: mientras la demanda alcanza niveles récord, la capacidad instalada, la infraestructura y el talento disponible no crecen al mismo ritmo. La oportunidad es significativa, pero la ejecución se vuelve imperativa.
Nearshoring: motor de demanda, pero no garantía de eficiencia
Entre 2020 y 2025, México atrajo más de 36,000 mdd en inversión extranjera directa relacionada con el nearshoring. Este fenómeno ha disparado la demanda de espacios industriales, servicios logísticos y conectividad transfronteriza. En el Bajío, por ejemplo, la ocupación de almacenes creció 51% en 2024, reduciendo la vacancia a mínimos históricos de 3.6%, según el mismo reporte.
Sin embargo, el crecimiento no ha sido homogéneo ni exento de fricciones. Las reglas de origen del T-MEC, la volatilidad arancelaria y los retrasos en aduanas están generando incertidumbre en los flujos comerciales. Un ejemplo citado en el informe es la caída de más del 50% en las exportaciones mexicanas de camiones pesados en julio de 2025, tras la imposición de nuevos aranceles por parte de Estados Unidos.
Talento, infraestructura y ejecución
El informe identifica cuatro grandes desafíos sistémicos que limitan el desempeño logístico del país: la escasez de operadores certificados (más de 50,000 vacantes), la brecha de infraestructura frente a la demanda, la dificultad para ejecutar inversiones públicas y privadas, y la incertidumbre económica y regulatoria.
En el transporte terrestre, que movilizó 572 millones de toneladas en 2024, la fragmentación del sector y el envejecimiento de las flotas dificultan la eficiencia. La inflación acumulada en combustibles (+10.1% en dos años) supera el ajuste en tarifas, lo que presiona la rentabilidad de los pequeños transportistas. Además, la propuesta de reforma laboral para establecer una semana de 40 horas podría elevar aún más los costos operativos.
En los puertos, aunque se alcanzó un récord de 9.4 millones de TEUs en 2024, los tiempos de espera en aduanas siguen siendo críticos, con demoras de entre 7 y 11 días en nodos de alto volumen. La inseguridad y el robo de carga, especialmente en zonas controladas por el crimen organizado, agravan la situación. El gobierno ha anunciado inversiones por 55.2 mil millones de pesos para modernizar seis puertos, pero la ejecución efectiva sigue siendo incierta.
Tecnología y automatización: avances desiguales
El documento destaca una aceleración en la adopción tecnológica, especialmente en centros de distribución y operadores 3PL. Se están implementando torres de control digital, telemática y automatización de almacenes, con un enfoque creciente en herramientas de inteligencia artificial agentica. El mercado 3PL, valorado en 24.1 mil mdd en 2025, proyecta alcanzar los 31.9 mil mdd en 2030, impulsado por los sectores automotriz, electrónico y de ecommerce.
Ahora bien, la adopción tecnológica no es uniforme. Muchos transportistas y operadores siguen trabajando con procesos de baja madurez, lo que limita la capacidad de respuesta ante picos de demanda, como los que genera la alta estacionalidad en la última milla.
El imperativo de ejecución
La conclusión del informe es clara: México tiene una oportunidad histórica para consolidarse como hub logístico estratégico en América del Norte, pero debe pasar de la planeación a la ejecución. Esto implica acelerar la entrega de infraestructura, mejorar la eficiencia aduanera, invertir en automatización y, sobre todo, resolver el cuello de botella laboral que amenaza con frenar el crecimiento.
La logística mexicana está en una encrucijada. El nearshoring ha encendido los motores, pero el trayecto exige una transformación profunda del sistema. Como señala el reporte de Kearney, “el entorno actual recompensa la excelencia operativa y la productividad de los activos”. Para lograrlo, será necesario forjar alianzas estratégicas, profesionalizar el talento logístico y garantizar que la capacidad crezca al ritmo de la demanda.
Visita www.cscmp.org para obtener más información sobre cómo CSCMP puede ayudarte a mejorar tu gestión de la cadena de suministro. Descubre recursos, eventos y oportunidades de networking que te mantendrán a la vanguardia de la industria.













