La doctora Claudia Ileana Avila Connelly, experta en estrategias y políticas públicas para la atracción de Inversión Extranjera Directa (IED) y la relocalización o nearshoring, destaca la necesidad de estabilidad jurídica, seguridad pública, talento calificado, infraestructura moderna e incentivos fiscales para mantener y aumentar su atractivo como destino de inversión. El texto que aparece a continuación es de su autoría y es la versión completa sobre la que apareció en la edición anual que circuló durante THE LOGISTICS WORLD® SUMMIT & EXPO 2025.
El reto de atraer IED a México: una oportunidad para consolidar competitividad
Atraer IED a México implica equilibrar diversos factores clave que las empresas globales analizan antes de establecer operaciones. Este desafío, que ha evolucionado con el tiempo, exige adaptar el país a las necesidades actuales del mercado global.
Históricamente, la IED surgió como una estrategia para que las empresas se consolidaran en nuevos mercados, impulsada por la globalización y el avance tecnológico. Inicialmente, las decisiones se basaban en factores tangibles como mano de obra barata, incentivos fiscales, infraestructura y conectividad. Sin embargo, con el tiempo se identificaron costos ocultos que afectaban la competitividad, dando lugar a un enfoque más amplio que incluyó factores intangibles como el ambiente de negocios y la existencia de clústeres industriales.
Hoy en día, las reglas del juego se basan en la certidumbre y la continuidad de los negocios. De eso se trata el “Nearshoring” como nueva tendencia de la IED. Desde hace algunas décadas, México se ha posicionado como un destino atractivo para la IED, gracias a sus ventajas competitivas entre las que destacan la apertura comercial y los tratados comerciales como el T-MEC. Sin embargo, para mantener y aumentar su atractivo, el país debe enfrentar por lo menos cinco retos urgentes.
- Estabilidad jurídica y regulatoria. El respeto al estado de derecho y la claridad en el marco regulatorio son esenciales para la planeación empresarial a largo plazo. Combatir la corrupción, reducir la impunidad y simplificar los trámites administrativos son prioridades para brindar confianza a los inversionistas. La estabilidad económica, política y social también es fundamental para evitar riesgos percibidos que puedan frenar nuevas inversiones.
- Seguridad pública. La inseguridad atenta contra la integridad personal y patrimonial de todos los ciudadanos, y afecta directamente la percepción del país como destino de inversión. Es por tanto inaplazable, garantizar entornos seguros para las personas y las operaciones. Aunque algunos estados han implementado estrategias exitosas, se requieren esfuerzos nacionales contundentes para corregir el entorno y proyectar una imagen positiva de país a nivel nacional e internacional.
- Talento calificado. Cerrar la brecha entre las demandas del mercado global y las habilidades disponibles en el país es clave. La inversión en educación técnica y capacitación profesional debe ser prioritaria para garantizar un flujo constante de talento especializado que permita a las empresas operar con éxito.
- Infraestructura logística y energética. La ubicación estratégica de México ofrece ventajas competitivas naturales, pero es necesario modernizar su infraestructura para garantizar conectividad y un flujo eficiente de mercancías. Además, un sector energético confiable y competitivo fortalecería la certidumbre en la planeación empresarial.
- Incentivos fiscales. Es fundamental diseñar esquemas de incentivos que impulsen la inversión inicial sin comprometer la sostenibilidad fiscal del país. A la vez, deben servir como punto de partida para generar empleos y fortalecer la economía.
Para atraer más IED y de calidad, México necesita una estrategia integral que aborde este tipo de retos de manera clara y coordinada, con expertos comprometidos hacia un mismo propósito. La gestión eficiente entre los diversos actores es indispensable. Todo ello permitirá consolidar la posición de México como un destino confiable y competitivo, capaz de responder a las necesidades de la ciudadanía y del mercado global, impulsando a su vez el bienestar de las familias mexicanas. En el marco de eventos como THE LOGISTICS WORLD® SUMMIT & EXPO es el momento ideal para reflexionar sobre estas prioridades y generar un diálogo que impulse el crecimiento económico del país.